Juguetes Para Bragas
Juguetes Para Bragas
"Un ex y yo salimos para el cumpleaños de un amigo. Compró bragas en las que se puede poner un vibrador de control remoto, así que durante toda la cena y en el club me burlaba de ella con los diferentes ajustes, velocidades e intensidades. Cuando entramos en nuestro Uber para irnos, ella discretamente se quitó las bragas y las puso en mi Sexo Por Webcam Con Nenas Blancas bolsillo. La señalé con el dedo hasta mi casa, mientras trataba de no alertar a nuestro conductor de Uber de lo que realmente estaba pasando. Había una gran mancha húmeda en el asiento de ella cuando nos fuimos. Probablemente tuvimos el mejor sexo de nuestra relación esa noche".
romance de vacaciones:
"Estaba de vacaciones en Roma y me encontré con una bailarina finlandesa en Tinder. Estuvimos fuera toda la noche hasta que cerraron los restaurantes. Luego compramos unas cervezas y caminamos por el Coliseo. Siendo las lesbianas borrachas y tontas que éramos, terminamos saltando las cuerdas y entramos en el primer piso. Entonces empezamos a besarnos contra el monumento de 2.000 años de antigüedad. Nos quitamos la ropa rápidamente. Mientras me agachaba sobre una valla metálica, noté que un guardia nos observaba desde lejos. SÓLO mirando. No nos pidió que nos fuéramos ni nada, así que seguimos adelante, lo que nos excitó aún más. Empezó a señalarme. Eso duró unos 20 minutos, con muchos giros y vueltas y lamidas. Cuando terminamos y nos alejamos, el guardia dijo:'Buenas noches, lindas señoritas'. Vimos salir el sol en la Piazza di Spagna y nos fuimos por caminos separados. Nunca volví a verla o a hablar con ella".
un puñado de verdad:
"Me metí de lleno en el porno con puños y practicaba estirarme. Intenté que un par de hombres me dieran un puñetazo, pero sus manos eran demasiado grandes. Ansiaba la sensación de una mano llena llenándome, así que puse un anuncio en Craigslist para que una mujer me diera un puñetazo. No intercambiamos nombres ni fotos, sólo nos conocimos en un parque local y me subí a su
asiento trasero. Una vez que empecé a mojarme, ella insertó sus dedos uno por uno. Luego empezó a trabajar con la palma de la mano. La presión era fuera de este mundo y casi vine al instante. Con la ayuda de mucho lubricante y paciencia, finalmente pudo empezar a bombearlo dentro y fuera de mí rápidamente. Vine dos veces, me bajé de su auto y nos separamos".
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